evangelio de hoy nubia celis No hay más de un misterio
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la herencia prometida. Yo no he codiciado ni el fortuna ni la plata ni la ropa de nadie.El ejemplo de este desapego nos lo ofrece una tiempo más el Evangelio de actualmente en la figura de Juan el Baut